Los progresos en el Mediterráneo occidental no se corresponden con la urgencia por recuperar las poblaciones de peces, advierte Oceana

Press Release Date: abril 5, 2024

Location: Bruselas

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Francia, Italia y España no están logrando gestionar de forma sostenible especies tan valiosas como la merluza, el salmonete o la cigala

En respuesta a la reciente evaluación científica del plan plurianual de gestión pesquera de la UE para el Mediterráneo occidental, Oceana destaca que, pese a los esfuerzos realizados para lograr la explotación sostenible de las especies en 2025, el ritmo de los progresos no se corresponde con las obligaciones legales ni con la urgencia de la situación. La sobrepesca de poblaciones de especies como la merluza, el salmonete o la cigala, sigue siendo generalizada, lo que repercute en la salud a largo plazo de los ecosistemas marinos y en la viabilidad del sector pesquero.

Vera Coelho, vicepresidenta adjunta de Oceana en Europa, ha declarado: “No cabe duda de que los países del Mediterráneo occidental han realizado esfuerzos por reducir la presión pesquera y las capturas no deseadas en dicha región. Sin embargo, también está muy claro que aún tienen que hacer más por cumplir sus obligaciones legales según el plan multianual y asegurar unas pesquerías sostenibles. Instamos a Francia, Italia y España a que adopten medidas en línea con las recomendaciones científicas para recuperar las poblaciones demersales en esta cuenca marina tan crucial, así como a la Comisión Europea a que asegure el cumplimiento de estas medidas.”

El informe del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (CCTEP) analiza el progreso en el cumplimiento de dos puntos claves del plan, cuya aplicación compete principalmente a los países del Mediterráneo occidental (Francia, Italia y España). En primer lugar, el plan debe asegurar la explotación sostenible de las poblaciones de peces, como muy tarde para 2025, recuperándolas y manteniéndolas por encima de niveles sostenibles (Rendimiento Máximo Sostenible). En segundo lugar, el plan debe contribuir a eliminar los descartes, evitando en la medida de lo posible las capturas no deseadas y consiguiendo que los países implementen la obligación de desembarque.

La evaluación científica revela unos niveles alarmantes de explotación y una escasa abundancia de numerosas especies demersales en el Mediterráneo Occidental. Sólo cuatro de estas poblaciones (el 29 %) están siendo explotadas de forma sostenible. La mayoría de ellas, diez poblaciones (el 71 %), siguen sufriendo sobrepesca o se desconoce su tasa de explotación. Resulta especialmente preocupante la baja abundancia de tres poblaciones de peces, estimada por debajo de los límites biológico de seguridad, etas son: la cigala en aguas de la zona norte de España, y las dos poblaciones de merluza que existen en estas aguas. La evaluación científica indica que los países mencionados deben adoptar urgentemente medidas correctivas para terminar con la sobrepesca y recuperar estas poblaciones.

El plan plurianual del Mediterráneo occidental, que entró en vigor en 2019, tiene como objetivo lograr la explotación sostenible de las poblaciones de seis especies de peces demersales (que viven en el fondo marino o cerca de él) en el Mediterráneo occidental, es decir: de gamba roja, gamba de altura, langostino moruno, salmonete, cigala y merluza europea. A pesar de que estos países han introducido medidas, como reducir significativamente las jornadas de pesca de los arrastreros, congelar las jornadas de pesca de los palangreros, reducir los límites de captura de la gamba roja y el langostino de altura, establecer periodos de veda espaciotemporales y mejorar la selectividad de los aparejos, los progresos para cumplir con los objetivos del plan están siendo lentos e insuficientes.

Los hallazgos del informe del CCTEP van a desempeñar un papel crucial en la toma de futuras decisiones políticas. Contribuirán al informe de la Comisión Europea de evaluación de los resultados e impactos del plan sobre las poblaciones afectadas y los sectores pesqueros que las explotan, que debe presentarse al Parlamento Europeo y al Consejo el 17 de julio de este año. A partir del 1 de enero de 2025 —fecha a partir de la cual todas las poblaciones de peces en el Mediterráneo occidental deberán ser explotadas de forma sostenible según el plan—, Italia, Francia y España estarán obligadas a garantizar que las posibilidades de pesca establecidas se hallen siempre dentro de los rangos sostenibles, compatibles con el Rendimiento Máximo Sostenible. También tendrán que poner en marcha medidas correctivas si las poblaciones caen por debajo de ciertos umbrales de abundancia para asegurar su recuperación hasta niveles sostenibles.

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