La Unión Europea destina 1,25 millones de euros anuales a la eliminación de las redes de deriva en Marruecos
La Unión Europea destinará fondos a la reconversión de la flota marroquí de rederos de deriva dentro del marco del acuerdo de pesca recientemente ratificado.
Press Release Date: agosto 21, 2013
Location: Madrid
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Oceana se muestra escéptica al respecto y demanda medidas de control efectivas para el cumplimiento de los acuerdos internacionales.
El pasado 27 de febrero se completó en Rabat el último trámite para la aprobación del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos. Este acuerdo contempla la suma de 161 millones de euros para Marruecos en concepto de compensación económica a cambio de oportunidades de pesca en sus aguas, de los cuales 1,25 millones de euros anuales irán destinados a la eliminación del uso de las redes de deriva por la flota de ese país.
En la actualidad Marruecos se encuentra en el ecuador de un Plan Nacional para la eliminación de estas redes y la reconversión de la flota, presentado en la Comisión Internacional del Atún del Atlántico (ICCAT) en 2004, y que debe estar completado el 31 de diciembre de 2008. Para el desarrollo de este plan no sólo cuenta con el apoyo de la Unión Europea, sino también con el de Estados Unidos a través de un acuerdo de cooperación en materia de medioambiente firmado en noviembre de 2006.
Observadores de Oceana a bordo del catamarán de investigación Oceana Ranger, filmaron y fotografiaron la actividad de esta flota en el Mar de Alborán durante la expedición de documentación sobre el uso de redes de deriva en el Mar Mediterráneo llevada a cabo el pasado año. Además, investigadores de la organización pudieron constatar la gran abundancia de este arte de pesca en puertos marroquíes como Nador, Alhucemas y Tánger.
Xavier Pastor, Director de Oceana en Europa, ha mostrado cierto escepticismo respecto a la efectividad de esta parte del acuerdo: “Esta dotación económica constituye una noticia positiva para la eliminación de las redes de deriva en aguas del Mediterráneo, pero solo si se hace un seguimiento de la misma. La experiencia con otros intentos de desmantelamiento o reconversión de flotas de rederos, como ha sido el caso de la italiana, justifican cierto escepticismo acerca de los resultados. Estas operaciones se convierten en demasiadas ocasiones en un fraude a los impuestos de los contribuyentes si no existe un verdadero mecanismo de control de las mismas”.
En la actualidad más de 150 embarcaciones marroquíes continúan faenando con redes de deriva en el Estrecho de Gibraltar y en el Mar de Alborán. Este es un arte de pesca prohibido desde 1992 por Naciones Unidas así como por ICCAT y la Unión Europea. Desde el año 2005, la captura de grandes pelágicos con redes de deriva de cualquier longitud está prohibida en aguas del Mediterráneo por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo.
Según un estudio llevado a cabo en 2003 por WWF, se calcula que 3.647 delfines listados y comunes caen anualmente en las redes marroquíes en el área de Alborán; y 13.358 en el Estrecho de Gibraltar. Estas especies no son las únicas afectadas, sino que calderones, rorcuales y tortugas marinas también caen víctimas de este arte de pesca. Esta situación resulta insostenible para la supervivencia de estas especies, en un área de vital importancia para su conservación.
El escepticismo frente a esta parte del acuerdo de pesca con Marruecos se incrementa si tenemos en cuenta que el 95% de las capturas de pez espada efectuadas por la flota de rederos de deriva marroquíes son directamente exportadas a la Unión Europea a través principalmente de empresas españolas con sede en Vigo. En Marruecos sólo se consume un 2% del pez espada capturado por estas redes.
Xavier Pastor ha añadido: “Resulta contradictorio que, por un lado, se pretenda implementar por fin una prohibición y por otro se esté fomentando el incumplimiento de esos mismos acuerdos internacionales a través de la demanda del producto. Se hace necesaria la puesta en marcha de medidas de control que aseguren el cumplimiento del plan de reconversión de los rederos de deriva marroquíes, que a estas alturas ya debería estar produciendo resultados visibles”.
“Esperemos que los esfuerzos emprendidos no sean inútiles y que las dudas que albergamos al respecto sean infundadas. Por parte de Oceana mantendremos un seguimiento de la prometida reconversión de los rederos de deriva marroquíes, hasta que el 1 de enero de 2009 no quede ni un solo barco de pesca utilizando redes de deriva. Esperamos que los organismos oficiales de ordenación y vigilancia pesquera hagan también su parte”, concluye el oceanógrafo Xavier Pastor.