La pesca de arrastre en áreas marinas protegidas españolas acumula 460.000 horas en nueve años 

Press Release Date: abril 16, 2024

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Irene Campmany | email: icampmany@oceana.org | tel.: +34 682 622 245

Lo dice un informe que analiza las horas de arrastre de fondo aparente en áreas marinas protegidas en siete países, entre ellos España 

Oceana y otras ONGs ambientales lanzan una campaña para denunciar la pesca de arrastre de fondo en áreas marinas protegidas europeas 

Las áreas marinas protegidas españolas se vieron afectadas por la pesca de arrastre de fondo 460.000 horas entre 2015 y 2023. La flota española es la que acumula casi la totalidad de la actividad y la zona protegida Sur de Almería-Seco de los Olivos es el área que encabeza el ranking de horas, mientras la zona Sistema de cañones submarinos de Avilés es la que tiene más superficie arrastrada. Estos datos se desprenden de un nuevo informe que revela que este método de pesca destructiva tiene lugar en el 90% de las áreas marinas protegidas (AMPs) europeas.  

Este informe coincide con la publicación de un dictamen científico histórico por parte del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), que demuestra que el cierre del 30% de las aguas de la UE del Mar del Norte, el Mar Céltico y el Mar Báltico a la pesca de fondo tendría un impacto socioeconómico pequeño para los pescadores y considerables beneficios para los ecosistemas marinos. 

La científica marina de Oceana en Europa, Silvia García, explica que “los resultados del análisis desvelan, de nuevo, la magnitud de la pesca de arrastre de fondo en España, que afecta negativamente al estado del océano y a los pescadores. España sigue ignorando la normativa vigente permitiendo esta forma de pesca destructiva en áreas marinas protegidas. Si quiere cumplir sus objetivos de protección del mar para 2030, España debe prohibir la pesca de arrastre en enclaves protegidos de una vez por todas.” 

El informe, del que son coautores Marine Conservation Society, Oceana y Seas At Risk, muestra que, en los siete países europeos analizados se permitieron 4,4 millones de horas de pesca de arrastre de fondo aparente en AMPs entre 2015 y 2023, lo que equivale a más de 500 años de pesca de arrastre. A partir de los datos recopilados por Global Fishing Watch, se calcularon la amplitud y las horas de actividad pesquera en España, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Países Bajos, Portugal y Suecia. Los Países Bajos tienen el mayor número de horas de pesca de arrastre registradas en las AMPs estudiadas, seguidos de Alemania, Dinamarca y España. 

Para revertir esta situación, destacadas ONGs ambientales, entre ellas Oceana, han lanzado una campaña para que los Estados Miembros, como España, prohíban la pesca de arrastre en sus áreas marinas protegidas.  

Las ONGs se han unido a Only One, una plataforma digital dedicada a la protección del océano, para publicar un mapa interactivo que revela el alcance de la pesca de arrastre aparente en áreas marinas protegidas a nivel europeo. Con ello, las organizaciones instan a la Comisión Europea a prohibir la pesca destructiva, como el arrastre, en todas las áreas marinas protegidas de la Unión.  

En la actualidad, el Plan de Acción Marino de la UE pide a los Estados que establezcan planes nacionales para retirar la pesca de arrastre de las AMPs, en línea con la normativa vigente. El primer plazo para presentar las hojas de ruta nacionales venció a finales de marzo, pero hasta ahora solo unos cuantos países han cumplido. De momento, es difícil saber si alguno de ellos ha hecho públicos sus planes, tal como solicitó la Comisión Europea. 

La pesca de arrastre consiste en que uno o varios barcos arrastran pesadas redes por el fondo del océano para capturar peces y otras especies marinas, como gambas. Se trata de uno de los métodos de pesca más destructivos, ya que provoca la pérdida de ecosistemas, la liberación de carbono almacenado en el lecho marino y elevados niveles de capturas accidentales y descartes. Esta actividad repercute negativamente tanto en la sostenibilidad de las poblaciones de peces como en la propia industria pesquera, especialmente la dedicada a la actividad artesanal, que representan la mayor parte de la flota europea activa y la mitad de los puestos de trabajo del sector en Europa. 

Notas al editor:  

  • La campaña europea lanzada hoy cuenta con la colaboración de Seas At Risk, Oceana y Only One: 
  • Seas At Risk es una ONG con sede en Bruselas que lucha por la protección y restauración del medio marino. Junto con sus más de 30 miembros de toda Europa, trabaja para garantizar que la vida en nuestros mares y océanos sea abundante, diversa, resistente al clima y no se vea amenazada por las actividades humanas. 
  • Oceana es la mayor organización internacional de dedicada exclusivamente a la conservación del océano. Desde su fundación en 2001, Oceana trata de conseguir que mejorar la biodiversidad y abundancia de los mares mediante victorias políticas en los países que gobiernan gran parte de las aguas mundiales. Oceana en Europa tiene oficinas en Madrid, Bruselas y Copenhague. 
  • La misión principal de Only One es colaborar con sus socios y capacitarlos para llevar a cabo campañas públicas de gran repercusión. Aprovecha su experiencia en comunicación junto con la infraestructura de organización para construir un movimiento global, ejerciendo presión sobre los responsables políticos y catalizando colectivamente un cambio positivo para el océano. Desde su creación en 2020, ha capacitado a más de 2,1 millones de personas de todos los rincones del planeta para participar en campañas centradas en el establecimiento de áreas marinas protegidas, la lucha contra los plásticos y la contaminación, el posicionamiento del océano como solución climática y la promoción de prácticas sostenibles de gestión pesquera. 
  • Para elaborarlo, se utilizaron los datos de esfuerzo pesquero aparente de Global Fishing Watch (GFW), una organización internacional que analiza el comportamiento de la actividad pesquera aparente global, a partir de las señales emitidas por los buques mediante el sistema de identificación y localización (AIS) que todos los buques de más de 15 metros de eslora están obligados a llevar. Véase la metodología detallada en el informe. 
  • El último dictamen del CIEM examina un análisis de compensación espacial entre la reducción del alcance de las perturbaciones causadas por las artes móviles de contacto con el fondo marino (MBCG) en los hábitats del fondo marino y los costes potenciales para las pesquerías.