Expertos en gestión de pesquerías de Oceana se dan cita en Bruselas para analizar los efectos de la pesca pirata
Esta semana se reune en Bruselas la Junta Directiva de Oceana, de la que forman parte el investigador francés Daniel Pauly, Profesor y Director del Centro de Investigaciones Pesqueras de la Universidad British Columbia (Canadá) y el actor estadounidense
Press Release Date: agosto 19, 2013
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El jueves 11 de mayo, se discutirán los daños ocasionados por la pesca pirata a nivel científico, conservacionista y legislativo.
El incremento espectacular de la pesca ilegal detectada a nivel mundial en el último año por parte de embarcaciones que utilizan banderas de conveniencia y que incumplen las normas de licencias, permisos y controles que debe seguir toda actividad de pesca, ha motivado a que la organización internacional Oceana reúna a varios expertos internacionales para tratar el tema desde sus diversas vertientes.
“Es importante distinguir los tres elementos que definen a la pesca ilegal, conocida por sus siglas en inglés como IUU (ilegal, no declarada y no reglamentada). Los tres componentes afectan a la conservación de pesquerías y a la protección del medioambiente marino”, afirma Andy Sharpless, Presidente de Oceana.
Entre los aspectos relacionados con la pesca pirata que se tratarán en el Hotel Silken Berlaymont Brussels el próximo jueves, se incluirá el caso de estudio del armador español Antonio Vidal, recientemente entregado a las autoridades norteamericanas acusado, entre otros cargos, de supuestos delitos de importación de pesca ilegal. Además, se analizará el efecto que la pesca pirata está teniendo en el agotamiento de los recursos pesqueros y en el equilibrio de los ecosistemas marinos; y se propondrán medidas para reforzar las normativas y legislaciones que permitan prevenir y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Impedir la actividad pesquera pirata resulta difícil en la medida que quienes la practican utilizan embarcaciones que cambian de bandera y de nombre a su conveniencia, emplean a tripulantes contratados de forma engañosa, usan puertos de escasa fiscalización y les respaldan empresas propietarias fantasmas. “Decenas de embarcaciones piratas han sido detectadas por parte de autoridades navales francesas, australianas, noruegas, inglesas y sudafricanas cuando se encontraban pescando en zonas prohibidas, pero la falta de una red internacional de seguimiento, control y vigilancia efectiva hacen que finalmente los inculpados queden libres por falta de pruebas”, indica Xavier Pastor, Director de Oceana en Europa.
Hasta que el sistema de BDC (banderas de conveniencia) se elimine de manera efectiva, es urgente que los Estados pongan todos los medios posibles para prevenir, impedir y eliminar la pesca ilegal, según se afirma en el informe de Oceana titulado “Alto a la pesca ilegal: Cómo hacer cumplir los acuerdos internacionales de pesquería”.
Entre las medidas que destaca la organización conservacionista internacional Oceana, se encuentran:
- Incrementar el control de los puertos en cada Estado.
- Adoptar medidas comerciales para que se considere ilegal la importación o comercio de pescado capturado en estas condiciones.
- Prohibir el trasvase de pescado procedente de embarcaciones consideradas piratas.
- Reforzar las medidas de control y sanción por parte de los gobiernos.
- Mejorar la gestión de las áreas de alta mar mediante las legislaciones oportunas.
“Hay que entender que la pesca ilegal tiene efectos devastadores sobre las poblaciones de peces a nivel mundial, y afecta al desarrollo sostenible de los ecosistemas marinos”, señala el Dr. Daniel Pauly, biólogo pesquero experto en gestión de pesquerías y modelización de ecosistemas.