España sigue optando por poner en peligro la supervivencia de tiburones

A pesar de ello, la UE aprueba la propuesta alemana para regular el comercio de dos especies de tiburón en peligro crítico de extinción.

Press Release Date: agosto 20, 2013

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Los Estados miembros de la UE han dado luz verde a la inclusión de dos tiburones, la mielga (Squalus acanthias) y el cailón o marrajo sardinero (Lamna nasus), en el Apéndice II de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES). El Apéndice II sirve para limitar el comercio a niveles sostenibles. Ahora la propuesta será debatida en la próxima Conferencia de las Partes de este organismo internacional que tendrá lugar en el verano de 2007.

La inclusión de la mielga, un pequeño tiburón muy longevo y con la gestación más larga que se conoce (hasta 3 años), ha sido unánime para los gobiernos europeos que votaron. En cuanto al cailón, un tiburón pelágico de la familia del gran blanco, su protección ha contado con la mayoría de los votos favorables de los gobiernos europeos. Aunque se han opuesto unos gobiernos, esto no ha impedido que también se aprobara llevar su propuesta de protección hasta la Convención internacional. Lamentablemente, por su parte España se mostró contraria al control del comercio de estas especies a través de CITES, y no ha respaldado positivamente estas propuestas. España ha puesto en evidencia una vez más su falta de voluntad a favor de la conservación de los tiburones.

Las poblaciones europeas de ambos tiburones son consideradas “en peligro crítico de extinción” según la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). En el caso de la mielga, sus poblaciones han descendido más de un 90%. Estos datos han hecho que la comunidad científica se haya mostrado favorable a su protección. A esto se añade que en el último informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) se aconsejara que no se permitieran cuotas de captura sobre estas dos especies.

Se ve claramente que España no está todavía convencida de la necesidad de proteger estos animales. En un caso tan claro como éste, en el que hay un consenso total entre los científicos y, además, se trata de poblaciones en peligro crítico de extinción, el apoyo debería haberse dado con los ojos cerrados. Queremos ver un cambio en la actitud del Gobierno español, que sigue mostrando muy poco interés por la conservación de los tiburonesdeclara Xavier Pastor, Director de Oceana en Europa.