Breve nota informativa sobre el accidente del quimiquero “ECE” en aguas del Canal de la Mancha
Press Release Date: agosto 19, 2013
Location: Madrid
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Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina
El ácido fosfórico (H3PO4) es nocivo para la vida marina aún en pequeñas cantidades. Su principal peligrosidad es el cambio de pH que produce ya que puede originar la muerte de los organismos marinos. Es corrosivo y, al inhalarlo o tener contacto con él provoca daños en ojos, piel, garganta, pulmones y tracto gastro-intestinal. Al derivar a fosfatos, puede provocar la eutrofización de medios acuáticos.
No obstante, es un ácido relativamente “débil” y raramente provoca efectos a largo plazo, por lo que suele utilizarse en el tratamiento de aguas y en bebidas refrescantes, si bien, puede disociarse en Dimetilformamida (DMF) que, en cantidades importantes y exposiciones prolongadas, tiene el potencial de provocar daños hepáticos y ulceraciones en el estómago.
La posibilidad de contaminación en el mar depende de la zona donde se haya producido el vertido y si la cantidad no es muy grande no provoca efectos ambientales graves ya que la acidez es amortiguada rápidamente y sus efectos son limitados y locales.
Es utilizado principalmente para la producción de fertilizantes y detergentes, si bien tiene algunos usos en la industria de bebidas.
Aparte de la peligrosidad de la carga, el hundimiento de un buque representa otras amenazas por la posibilidad de que otras contaminantes, como el combustible, los aceites y otras sustancias tóxicas que llevan abordo puedan salir al medio marino.
El ECE es un quimiquero de 18 años que fue construido en 1988 en los astilleros IZAR de Sestao y hasta 2001 utilizaba el nombre de SAN MATEO. Pertenece a la empresa turca Sirena Marine, pero el buques es gestionado por Aksay Denizcilik ve Ticaret A.S., también de Turquía.
Este quimiquero está reconocido internacionalmente como buque seguro y no ha presentado deficiencias el las últimas revisiones que se le han realizado. La empresa que gestiona el barco, también opera otros doce quimiqueros, y ninguno de ellos ha sido detenido en los últimos años, por lo que goza de permisos para operar en Europa, América y Asia.
“El accidente de un buque con materiales peligrosos siempre es una amenaza para el medio ambiente marino. En este caso el cargamento no es excesivamente nocivo, pero añade más contaminación a una zona que recibe millones de toneladas de vertidos tóxicos al año”, declara Xavier Pastor, Director de Oceana Europa.