Barco de investigación pesquera de Oceana es atacado por una flotilla de rederos de deriva ilegales franceses

El catamarán Oceana Ranger fue rodeado e inmovilizado por siete pesqueros franceses, que reclamaban las cámaras con las que se han documentado sus actividades de pesca con redes ilegales.

Press Release Date: agosto 22, 2013

Location: Madrid

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Dos helicópteros de la Aduana y la Marina francesa provocaron la fuga de los atacantes, que actuaron en aguas internacionales.

A primeras horas de la mañana del pasado lunes, un grupo de siete rederos de deriva franceses llevaron a cabo un ataque organizado contra el barco de investigación pesquera Oceana Ranger, que desde hace dos semanas se encuentra documentando la actividad de una flota de alrededor de 80 pesqueros franceses que utilizan redes de deriva ilegales de alrededor de entre 5 y 8 km de longitud conocidas como thonailles, para la captura del atún y el pez espada en el Golfo de León.

Estas redes están prohibidas por la Unión Europea desde 2002, y el propio Consejo de Estado francés anuló en 2005 los decretos que autorizaban esta actividad por ser redes de deriva y, por lo tanto, prohibidas por la reglamentación comunitaria. Desde entonces, estas embarcaciones faenan no solo ilegalmente sino también fuera de la protección que las autoridades francesas les otorgaron en 2003. Además de la sobreexplotación que causan sobre el atún rojo y otros grandes pelágicos, las thonailles capturan accidentalmente varios centenares de cetáceos cada año. La pesquería se lleva a cabo incluso en el interior del santuario Pelagos, una zona internacional de aguas francesas, italianas y monegascas para la protección de los cetáceos, donde se produjeron los incidentes de ayer.

A bordo del Oceana Ranger viajan seis biólogos marinos, junto a un equipo profesional de documentación grafica. El sistema de trabajo de esta tripulación consiste en determinar las zonas de pesca de los rederos de deriva y observar la operación de los pesqueros, tomando datos e imágenes sobre la longitud de las redes y las capturas que se producen.

Esos datos son proporcionados a continuación a las autoridades francesas y otros países, a la Comisión Europea y a los organismos internacionales de control de las pesquerías, para facilitar el seguimiento de la pesca ilegal o IUU (por sus siglas en inglés). El año pasado Oceana llevó a cabo una campaña similar con la flota italiana, que contó con la colaboración de la Guardia Costera de ese país.

Oceana es una organización internacional e independiente de investigación y conservación marina nacida en 2002, con sedes en Europa, América del Norte y Sudamérica. Entre sus métodos de trabajo Oceana no incluye nunca la confrontación física ni la acción directa de ningún tipo. Oceana se limita a recoger información científica y gráfica y transmitirla a los organismos de la administración y las autoridades competentes.

Tras dos semanas de llevar a cabo investigaciones en el Golfo de León y norte de Córcega, en la mañana del pasado lunes el Oceana Ranger fue rodeado por una flotilla de thonaillers 25 millas al sur de Saint Raphael. Los pesqueros, que llegaron de distintos puntos, iniciaron sus agresiones disparando desde el pesquero Gallus una bengala contra el buque de investigación, y a continuación intentaron provocar colisiones entre el catamarán y los pesqueros mientras todas las embarcaciones navegaban a gran velocidad, en una operación en la que jugaban papeles de coordinacion el Orchidee II y el Santa II. Varios de los barcos lanzaron al agua repetidamente cabos unidos a boyas hasta conseguir enganchar las hélices de los dos motores del barco de investigación, que tuvo que detener su marcha. A continuación, los pesqueros rodearon y amarraron al Oceana Ranger, y los tripulantes, algunos de ellos armados con bicheros y entre exhibiciones de genitales, amenazaron con abordar el catamarán si no se les hacía entrega de las cámaras.

Estos barcos franceses, aunque de reducida eslora y aspecto artesanal, disponen de motores de gran potencia que les permiten faenar en aguas internacionales y desplazarse a gran velocidad, además de calar redes de deriva prohibidas de entre 5 y 8 kilómetros de longitud. Esta actividad ha sido calificada de ilegal por el propio Consejo de Estado francés.

A lo largo de todo el ataque, que se prolongó durante más de una hora, la tripulación del Oceana Ranger mantuvo la calma y no respondió ni siquiera verbalmente a los ataques de los pesqueros, limitándose a intentar evitar la colisión con los otros barcos. Desde el buque de investigación se dio conocimiento de la situación a las autoridades marítimas francesas a través de la radio, que enviaron dos helicópteros a la zona. Ante la llegada de los mismos, los rederos de deriva se dieron a la fuga. 

Posteriormente, los buceadores de Oceana retiraron los cabos enredados en las hélices de su embarcación, y el Ranger continuó su ruta hacia el puerto francés de Bastia, en Córcega.

“Estoy seguro que a estas horas los más inteligentes de los armadores de los thonnaillers ya han comprendido el enorme error que han cometido con este ataque salvaje a un buque de investigación que no había interferido en absoluto en su actividad, y que se limitaba a tomar datos e imágenes de la misma” –ha manifestado Xavier Pastor, coordinador a bordo del Oceana Ranger“Si a alguien le quedaba alguna duda acerca de la ilegalidad de las redes de deriva francesas, el brutal empeño de los pescadores en intentar evitar a toda costa que el público y las autoridades puedan contemplar el resultado del uso de las mismas les pone claramente en evidencia”.

El dirigente de Oceana manifiesta su preocupación por la versión absolutamente ada de los hechos que han presentado portavoces de la flotilla pesquera francesa. Dicha versión será desmentida tan pronto como las imágenes recogidas desde el Oceana Ranger puedan ser transmitidas a los medios y autoridades.