Cientos de toneladas de pez espada capturadas ilegalmente por Marruecos se comercializan en España

Oceana presenta un informe donde se analiza la actividad de centenares de pesqueros marroquíes actuando en el Mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar con redes prohibidas por Naciones Unidas.

Press Release Date: agosto 20, 2013

Location: Madrid

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A pesar de que el uso de redes de deriva para la captura de especies altamente migratorias en el Mediterráneo está prohibido desde 2005 por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), una flota de pesqueros marroquíes, que la organización de conservación marina Oceana estima en no menos de 150 barcos, sigue utilizando este destructivo arte de pesca en el Mar de Alborán y en el Estrecho de Gibraltar, calando redes de hasta 12 kilómetros de longitud.

Centenares de toneladas de pez espada producto de esta pesca ilegal son comercializadas en España por empresas ubicadas  en Vigo, que lo distribuyen en el mercado nacional y lo reexportan a Italia. Así lo pone de manifiesto un nuevo informe publicado esta semana por Oceana, basado en las investigaciones llevadas a cabo por la organización.

Durante el mes de agosto de 2006, el catamarán de investigación Oceana Ranger navegó por las aguas del Mar de Alborán para detectar, filmar y fotografiar la presencia de rederos de deriva marroquíes. Científicos de la organización visitaron también los puertos de Nador, Alhucemas y Tánger para evaluar la magnitud de la flota marroquí dedicada a esta pesquería, y estimar las cantidades de red de deriva almacenadas en esos puertos.

Por otra parte, Oceana ha llevado a cabo un seguimiento de los canales de comercialización del pez espada capturado por esta flota que practica la pesca pirata, técnicamente denominada “Ilegal, no Declarada  y no Reglamentada”  (IUU en sus siglas en inglés).

Las conclusiones han sido publicadas esta semana en un informe de la organización titulado “El uso de redes de deriva por la flota marroquí” el tercero de una serie de documentos que analizan el uso de redes prohibidas en el Mediterráneo. Los dos informes previos abordaban las operaciones de las flotas ilegales italiana y francesa.

Una de las conclusiones más llamativas del último informe de Oceana es el hecho de que solamente el 2% de las capturas de pez espada realizadas por la flota marroquí se consume en ese país, y que el 98% se dedica a la exportación[1], prácticamente en su totalidad a empresas españolas con base en Vigo. Una estimación basada en los datos de capturas y exportaciones por distintas artes permite calcular que, solamente en 2004, al menos 1.150 toneladas de pez espada capturadas ilegalmente pasaron por los grandes mercados españoles de distribución o Mercas para ser reexportadas en su mayoría a Italia. De éstas, unas  230 toneladas habrían sido comercializadas en España.

Además de la prohibición del uso de estas redes por organismos internacionales como la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) o la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT),  el uso de redes de deriva para la captura de determinadas especies, entre las cuales se encuentran las altamente migratorias como el pez espada o el atún rojo, está prohibido por un Reglamento de la Unión Europea aprobado en 1997 y posteriormente modificado en 1998. España se adelantó a esta medida y hace más de una década aplicó la moratoria decretada por la ONU prohibiendo el uso de las redes de deriva a barcos españoles. Tras algunos años de tolerancia hacia una flota ilegal que operaba desde el puerto de Algeciras, finalmente el gobierno español eliminó totalmente las redes de deriva, convirtiéndose en el primer país de la UE en tomar esta medida.

Según el biólogo Xavier Pastor, director de Oceana para Europa y uno de los autores del informe, “es irónico que el mismo país que resultó ejemplar al prohibir finalmente las redes de deriva potencie ahora el uso de las mismas por una flota ilegal marroquí, permitiendo la comercialización de pez espada capturado con técnicas de pesca pirata a través de España”.

Pastor afirma también que la actuación de la flota marroquí de rederos de deriva compite directamente con la de flota española de palangre, parte de la cual faena en Alborán con un arte legal, pero menos efectivo, desde los puertos de Almería y Murcia. “Los palangreros españoles están indignados por la tolerancia que existe hacia la flota ilegal marroquí, y han llegado a amenazar con adoptar ellos mismos la utilización de las redes prohibidas”.

La utilización de redes de deriva no solamente puede provocar una sobreexplotación del stock de pez espada, ya en graves dificultades por la masiva captura de ejemplares muy pequeños que no han llegado a reproducirse, sino que produce capturas accidentales de miles de cetáceos y tiburones. Estudios científicos citados en el informe de Oceana evalúan en más de 17.000 el número de delfines listados y comunes víctimas de las redes de deriva marroquíes, así como más de 31.000 ejemplares de tres especies de tiburones (pez zorro, marrajo y tintorera). Las redes de deriva capturan también decenas de miles de peces luna, uno de los depredadores más importantes de las medusas.

El informe de Oceana explica cómo las redes de deriva marroquíes son colocadas masivamente y de forma habitual en las proximidades del dispositivo de separación del Tráfico Marítimo del Estrecho de Gibraltar. Además, son frecuentes los mensajes enviados por Tarifa Tráfico de Salvamento Marítimo para advertir a las embarcaciones del riesgo de enganchar sus hélices o timones en los cientos de kilómetros de red que bloquean el Estrecho.

Tanto la Unión Europea como Estados Unidos están en conversaciones con el gobierno marroquí para que haga efectiva la prohibición del uso de redes de deriva a su flota. La Unión Europea destinará 1.250.000 euros anuales de subvención a Marruecos, dentro del marco del nuevo acuerdo de pesca, para contribuir a la reconversión de esta flota. Sin embargo, la UE sigue satisfaciendo la demanda de sus mercados con pez espada capturado ilegalmente a través de canales de importación mayoritariamente españoles, fomentando de esta forma la continuidad de un arte de pesca condenado por la comunidad internacional de forma unánime. 


[1] Ver también Idrissi, M.M. (2006). Pêcherie de l´espadon en Méditerranée marocaine: exploitation, analyse socio-économique et commercialisation. Universidad de Barcelona. Barcelona, 5 abril 2006.