Pesca Báltico
Nuestro equipo de especialistas trabaja en la oficina de Copenhague para proteger este mar de la pesca IUU y mejorar la red de Áreas Marinas Protegidas. Con 377.000 kilómetros cuadrados, este mar se encuentra al norte de Europa, rodeado casi en su totalidad por nueve países. El Báltico es poco profundo, con aguas de salinidad moderada, menor que la de otros mares pero más salada que el agua dulce. Se mezcla con las aguas saladas del Mar del Norte a través del estrecho de Kattegat y Skagerrak, y con el agua dulce de más de 200 ríos. El Báltico se caracteriza por su riqueza en biodiversidad y por unas especies adaptadas a sus condiciones especiales.
Sin embargo, el Báltico es a la vez uno de los mares más contaminados del mundo, debido a la explotación de sus recursos y otras actividades económicas. La pesca insostenible es una de las peores amenazas para sus stocks pesqueros. Las prácticas de pesca destructiva, como el arrastre, los altos niveles de capturas accidentales y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU fishing) han ocasionado la degradación de sus hábitats marinos. La Comisión de Helsinki (Helcom) ha publicado recientemente un documento sobre las amenazas que sufre el ecosistema del Báltico. A la pesca destructiva, se suman otras como la eutrofización, causada por la afluencia de nutrientes y fósforo de la agricultura industrial que rodea el mar, que provoca la proliferación de algas tóxicas. Igualmente, hay que añadir la afluencia de sustancias tóxicas de otras actividades industriales, como la dioxina y de contaminantes orgánicos persistentes. Además el fondo marino se ve afectado por dragados y otros trabajos de construcción.