Peligros para las Tortugas Marinas

 

Tortugas marinas y cambio climático

Los siguientes efectos del cambio climático tendrán consecuencias importantes para las tortugas marinas:

Tormentas violentas

Más tormentas violentas, como huracanes y ciclones tropicales, podrían aumentar las tasas de erosión de las playas y poner en peligro el hábitat de desove de las tortugas marinas. Más tormentas violentas podrían aumentar la probabilidad de inundación de sus nidos lo que reduciría la tasa de éxito de la anidación.

Arenas más calientes

El sexo de las crías de las tortugas depende de la temperatura de la arena donde se ponen los huevos. El cambio climático puede provocar un aumento de las temperaturas. Temperaturas más altas podrían provocar que la arena se caliente, lo cual llevaría a un aumento de la proporción de crías hembra. Un estudio concluyó que sería posible que las poblaciones sureñas de tortugas en los EE UU estuviesen predispuestas a ser poblaciones femeninas si la temperatura aumentase tan sólo 1ºC.

Subida del nivel del mar

A medida que el cambio climático funde el hielo y calienta el océano, el nivel del mar sube. Se prevé que el nivel del mar a finales del siglo XXI haya subido entre 0,18 y 0,59 metros. Incluso una pequeña subida ya provocaría una gran pérdida del hábitat de playas de desove.

Cambio en las corrientes

El cambio climático cambia las corrientes de los océanos, que son las autopistas que las tortugas marinas utilizan en su migración. Si se producen cambios en las corrientes marinas, las tortugas tendrán que cambiar sus migraciones y probablemente cambiar sus lugares y tiempos de desove.

Otros peligros para las tortugas marinas

Junto con los artes de pesca y el cambio climático, las tortugas de mar se enfrentan a muchas otras amenazas causadas por el hombre. Entre estas amenazas se incluyen la urbanización del litoral, la contaminación la captura objetivo, las especies invasivas y los choques con barcos.

Urbanización del litoral

Con la construcción masiva de hoteles y apartamentos  a lo largo de las playas en muchos casos las mismas que las tortugas utilizan para la  puesta de huevos), las tortugas hembra se ven obligadas a utilizar hábitats de desove en no tan buenas condiciones. Tras salir de sus nidos durante la noche, las crías recién nacidas buscan el camino desde el nido hasta el mar gracias a la luz de la luna.

La iluminación artificial, como farolas y otras luces, confunde a las crías, que se dirigen a tierra en dirección equivocada. Así, tienen pocas posibilidades de sobrevivir, debido a la deshidratación, cansancio, la presencia de depredadores y el paso de automóviles.

Contaminación

Los deshechos sólidos, productos químicos y contaminantes de las actividades humanas llegan al mar, provocando lesiones, enfermedades e incluso la muerte de las tortugas marinas. Las fuentes de contaminación van desde las aguas residuales procedentes de cruceros, hasta las redes de pesca perdidas por los pescadores, pasando por los escapes de fertilizantes que llegan al mar desde las granjas a través de los ríos.

Miles de productos químicos producidos por el ser humano contaminan el mar, y muchos de ellos se acumulan en los tejidos de las tortugas, lo cual afecta a su locomoción, su funcionamiento cerebral e incluso su reproducción. Las tortugas marinas también ingieren plásticos y residuos de plástico, que pueden dañar su sistema digestivo. Los científicos creen que puede haber una relación entre el contacto con los contaminantes agrícolas y la propagación y la prevalencia de la fibropapillomatosis, una enfermedad que afecta a las tortugas marinas y que causa tumores en los ojos, el tracto intestinal, los pulmones, la boca, el corazón y otros órganos.

Plásticos

Cada año, más de seis millones de toneladas de residuos llegan al océano y el 90% de estos productos son plásticos. Las tortugas pueden enredarse e ingerir los residuos marinos, lo que amenaza su capacidad de alimentación, crecimiento y, en consecuencia, su supervivencia. Un estudio realizado entre tortugas boba jóvenes demostró que el 15% de éstas había ingerido grandes cantidades de plásticos que evitaban el funcionamiento de sus estómagos.

Especies invasoras

Las especies invasoras son especies no endémicas de plantas, animales o insectos que se han introducido en una zona donde no se encontraban antes. Pueden causar estragos en las especies autóctonas al competir con ellas por espacio y comida, o actuar como depredadoras.

Entre las especies invasoras podemos encontrar desde un percebe hasta una semilla de planta. En lo que se refiere a las tortugas marinas, especies no endémicas como las hormigas de fuego, las ratas, los zorros rojos y los perros domesticados pueden ser muy peligrosas en las playas, puesto que cavan allí donde están los nidos y se comen los huevos de las tortugas.

Choques con barcos

Las tortugas marinas no pueden respirar bajo el mar y suben a la superficie regularmente por lo cual a menudo emergen en medio del trayecto de los barcos. Las embarcaciones comerciales y de recreo son peligros importantes para las tortugas, especialmente en las rutas de los barcos y durante la temporada alta de turismo, cuando miles de barcos recreativos navegan en las zonas costeras.

Los choques con barcos son una de las principales fuentes reconocibles de traumatismo en las tortugas que aparecen perdidas o muertas en las playas del Mediterráneo. Las lesiones por hélices de barcos provocan la amputación de aletas, caparazones rotos, lesiones cerebrales y huesos rotos. Aunque no todas estas lesiones son causa de muerte inmediata, pueden aumentar el nivel de cansancio o lesiones, lo cual a la postre afecta a la capacidad de la tortuga para alimentarse, migrar, escapar de los depredadores o reproducirse.

Artes de pesca

Las redes de arrastre

Una red de arrastre es una red grande que es arrastrada por la columna de agua o a lo largo del fondo del mar y captura todo aquello que no sea lo suficientemente pequeño para colarse por las aberturas de la malla. Este arte de pesca se utiliza normalmente para capturar peces o gambas. La captura de especies no deseadas es un problema para los arrastreros puesto que es una forma de pesca que no diferencia entre especies. La pesca de arrastre se puede realizar con un barco tirando de una red o con dos barcos que tiran de los extremos de una red mucho más grande.

Las tortugas marinas se ahogan al quedar atrapadas en las redes de arrastre y al ser aplastadas o no poder subir a la superficie para respirar. Los dispositivos excluidores de tortugas marinas (TEDs por sus siglas en inglés, turtle excluder devices) han sido diseñados para proteger a las tortugas marinas y son obligatorios en los arrastreros de gambas de los EE UU, pero no en la UE. Un TED consiste en una rejilla de barras que desvía a las tortugas capturadas hacia una abertura de escape en la parte superior de la red. Las barras están lo suficientemente separadas para permitir que las gambas y los peces pasen por ellas a la parte inferior de la red, mientras que otras especies más grandes, como las tortugas marinas, pueden escapar de la red a través de sus aperturas.

El uso obligatorio de estos dispositivos ha reducido significantemente la muerte de tortugas marinas en pesquerías de arrastre de gambas, pero existen varias pesquerías de arrastre que no están obligadas actualmente a utilizar TEDs.

Dragas

Las vieiras de mar, almejas y otros animales que viven en el fondo marino se capturan utilizando un método conocido como dragado. Se trata de un método de pesca destructivo que consiste en arrastrar por el lecho marino una draga, o un bastidor metálico y una bolsa hecha con pesadas cadenas, que a menudo pesa miles de kilos. Al intentar capturar vieiras y otras especies que viven en el fondo del mar, las dragas rrasan todo tipo de vida, como los corales  y las esponjas. Las dragas también atrapan o aplastan otros organismos que descansan y se alimentan en el fondo del mar, como las tortugas marinas.

Palangre

La pesca con palangre es una técnica de pesca comercial en la que miles de anzuelos con cebos cuelgan de líneas que pueden medir varios kilómetros. El palangre se utiliza para pescar el pez espada, el atún, la caballa, el sargo y el mero. Las líneas pueden colgar a diferentes profundidades según la captura buscada.

Las tortugas laúd, que habitan principalmente en el mar abierto, están especialmente amenazadas por el palangre pelágico. Las tortugas boba a menudo quedan capturadas por el palangre de fondo ya que se alimentan de especies que viven en el lecho marino.

El palangre suele permanecer en el agua durante bastante tiempo. Cuando por fin se saca del agua, las tortugas enganchadas ya han muerto. Incluso si una tortuga permanece enganchada en un palangre y sobrevive, tendrá serias lesiones. Es posible desenredar a las tortugas de las líneas y quitarles los anzuelos, pero el proceso puede ser largo, complicado y peligroso, dependiendo del tamaño de la tortuga y las condiciones climáticas en el mar.

Redes de deriva

Las redes de deriva  son largas paredes de red que flotan en el agua para capturar y retener a los peces. Las redes de deriva se pueden utilizar de diversas maneras: ancladas, de manera que floten en una zona en la parte superior de la columna de agua, fijadas en el fondo del mar o dejadas flotando en la corriente. Un pez nada dentro de esta cortina invisible y si trata de nadar en dirección opuesta para liberarse, sus branquias se enredan en las cuerdas.

Las tortugas de mar, al igual que los peces, también se enredan en las redes. Como las tortugas marinas tienen que salir a la superficie para respirar, pueden morir si permanecen demasiado tiempo bajo el agua. Si aún siguen vivas cuando se retira la red, a menudo están malheridas. Las tortugas pueden perder sus aletas enredadas en las redes de deriva. Si una tortuga sobrevive a este tipo de percance con la red de deriva, entonces será aún más vulnerable ante los depredadores y verá mermadas sus capacidades para sobrevivir en el futuro.

Redes de cerco

Las redes de cerco se utilizan normalmente con dos botes: un bote pequeño y una embarcación desde la que se lanzan. El bote rodea un banco de peces, arrastrando un extremo de la red por detrás de éstos. Una vez que ha dado una vuelta completa, la embarcación tira de una cuerda para cerrar el fondo de la red. Las redes de cerco no se suelen dejar bajo el agua durante mucho tiempo, así que el riesgo de que las tortugas mueran ahogadas por falta de aire es relativamente bajo en comparación con otras artes de pesca. Sin embargo, las capturas accidentales  con las redes de cerco siguen siendo un problema para las tortugas y otras especies marinas como los delfines  o tiburones.

Almadrabas

La almadraba es un arte de pesca inmóvil que puede medir más de 4 m de largo y se utiliza para capturar diferentes especies, como lubinas, anchoas, cangrejos, corvinas  y platijas.

El sistema de almadrabas se divide en tres secciones: una guía perpendicular que sirve de partición para evitar que los peces y otros animales marinos pasen de largo; una pared de redes en forma de corazón que obliga a los animales a nadar en la dirección de la almadraba; y otra red que es el lugar real de captura donde los pescadores recogen y clasifican la pesca.

La parte superior de la almadraba sobresale de la superficie, asegurando que el pescado no se escape. Como las tortugas marinas nadan paralelas a la costa, su curso se ve bloqueado por la guía que hace de valla, en la que se enredan las aletas o incluso sus cabezas, lo que provoca lesiones graves o incluso la muerte por asfixia. Estudios recientes demuestran que si el tamaño de las mallas fuese menor y la rigidez de la red fuese mayor, disminuirían la capturas accidentales de tortugas en almadrabas.