Overview
La Expedición Oceana Ranger 2010 se centra en el entorno del Mediterráneo Occidental, donde Oceana investiga en colaboración con Fundación Biodiversidad, áreas marinas de interés ecológico que necesitan protección. Gracias a un ROV (vehículo por control remoto), se puede filmar a profundidades de hasta 1.000 metros para valorar la importancia de estas zonas, las especies que las habitan y, finalmente, avalar nuestras propuestas de áreas protegidas.
Por primera vez, el Oceana Ranger desarrolla un estudio sobre el pH marino. Su objetivo es recoger datos sobre los niveles de acidez de las aguas mediterráneas, y calcular así el impacto sobre los organismos marinos de la acidificación causada por las emisiones de CO2.
Proyecto LIFE+ Indemares
La primera etapa de la Expedición Oceana Ranger 2010 es el estudio del Seco de los Olivos montes submarinos, también conocido como Banco del Chella. Esta importante área marina está situada en el sureste de España y es hogar de una asombrosa variedad de especies y hábitats, incluyendo los cetáceos, corales, gorgonias y esponjas carnívoras incluso raras.
La investigación es apoyada por la Unión Europea a través del proyecto LIFE + Indemares, cuyo objetivo es contribuir a la protección de la biodiversidad marina a través de la creación de marinas protección áreas dentro de la red Natura 2000. El plan inicial de la expedición también incluye la exploración de otras montañas submarinas en el Mediterráneo occidental, muy interesante debido a su alta biodiversidad.
Estos trabajos son realizados por un equipo compuesto por los científicos marinos, buzos, operadores de ROV, marineros y personal de apoyo. Buzos profesionales tomar fotografías submarinas y película hasta 130 pies de profundidad, mientras que el ROV o robot submarino es capaz de llegar a 3.000 pies de altura.
El ROV está equipado con un dispositivo CCD capaz de medir las características del agua del mar como la conductividad, temperatura y profundidad. Permite a los científicos de Oceana recabar datos sobre la acidez de las aguas mediterráneas. Acidificación, provocada por el aumento de las emisiones de CO2, plantea un gran peligro para los corales y las especies formadoras de shell.