La tortuga boba (Caretta caretta)
Las tortugas boba están incluidas en la lista de animales amenazados en peligro de extinción de la Directiva de Hábitats, el Convenio de Barcelona y el Convenio de Especies Migratorias . Su población está disminuyendo rápidamente. Las tortugas boba, al igual que otras especies de tortugas marinas, se enfrentan a muchas amenazas tanto naturales como provocadas por el ser humano. Los científicos han determinado que las capturas accidentales y la pérdida de hábitats de puesta son las principales causas de su declive.
La tortuga boba es la especie más representativa de familia de los quelonios en el Mediterráneo. Las zonas mas importantes de puesta para esta especie se localizan en el Mediterráneo Oriental. Sin embargo, la fuerte presión que sufre la costa y el uso turístico de las playas mediterráneas pone en riesgo su éxito reproductivo, que además coincide con el época estival. El riesgo se incrementa exponencialmente debido a que la tortuga boba regresa a desovar al mismo punto en el que nacieron.
Cada año, se hieren o matan a decenas de miles de tortugas boba en el Océano Atlántico y el golfo de México por culpa de artes de pesca destructivos, como las redes de arrastre, las redes de deriva y los palangreros. También las pesquerías comerciales que utilizan líneas verticales, cercos, dragas y diferentes tipos de trampas y nasas capturan a estas tortugas.
En el Océano Atlántico, la mayor parte de la puesta se realiza en la costa sudeste de los EE UU, pero las tortugas boba también desovan en la costa este del Atlántico y la costa occidental del Atlántico Sur. Todas las poblaciones que desovan en el Atlántico están experimentando un gran declive, según la información disponible. Este descenso de población es aún más importante en el Sur de Florida, donde en la última década se ha registrado una disminución del 40% del número de ejemplares.