Overview
En la comunidad autónoma de Illes Balears se encuentra el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera, al sur de la isla de Mallorca. Cuenta con una superficie terrestre de 1.318 hectáreas repartidas en 19 islas, y con una superficie marina de 90.793,95 hectáreas.
El archipiélago de Cabrera es una zona protegida de máximo rango por su denominación como Parque Nacional. Por un lado, se trata de una zona muy importante para aves marinas migratorias, con más de 130 especies que anidan en estas islas. Las especies vegetales son también muy numerosas e interesantes, incluyendo una veintena de endemismos baleáricos, al igual que ocurre con otra fauna presente, desde insectos y reptiles a pequeños mamíferos, entre otros.
Pero encontramos que, bajo la superficie, la biodiversidad es igualmente espectacular, tratándose de un enclave mediterráneo típico, con formaciones rocosas cubiertas de una enorme diversidad de algas rojas, verdes y pardas, y un sinfín de invertebrados; así como cuevas sumergidas que cobijan a peces, corales y crustáceos. Además, aparecen importantes praderas marinas de Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa y extensiones de coralígeno y maërl.
SEIS EXPEDICIONES PARA AMPLIAR UN PARQUE
Oceana ha trabajado en la ampliación del parque nacional desde 2007. Ese año, Oceana llevó a cabo un primer estudio de los fondos del entorno del parque, gracias al cual se documentó la presencia, fuera de los límites del espacio protegido, de importantes hábitats, como espesos bosques de laminarias, extraordinarias formaciones de coralígeno y ricos fondos de maërl y jardines de gorgonias. También se constató la presencia de especies listadas en convenios internacionales, como algunos corales negros e incluso coral rojo.
En total, Oceana ha realizado seis expediciones en los alrededores de la zona protegida, a una profundidad máxima de 1.004 metros en el escarpe de Émile Baudot.
Los resultados obtenidos llevaron a Oceana a defender la protección de los fondos aledaños al Parque Nacional de Cabrera e impulsar su declaración como área marina protegida, reclamando a las administraciones competentes que actuaran con urgencia para evitar la desaparición de uno de los fondos marinos más interesantes y amenazados del Mediterráneo. En 2013, Oceana se convirtió en miembro del patronato del parque.
Finalmente, en enero de 2018 se aprobó multiplicar por 10 la superficie marina del parque nacional.
UN mediterráneo en miniatura
La ampliación de Cabrera ha dotado a Baleares del segundo parque nacional marino más grande del Mediterráneo, al pasar de 10.021 hectáreas a 90.794.
En él están representados 12 de los 13 sistemas naturales contemplados en la Ley de Parques Nacionales, convirtiéndolo en el parque mayor y más biodiverso del Mediterráneo occidental.
La zona de la ampliación comprende once de estos sistemas, que se suman a las praderas submarinas ya protegidas anteriormente. Entre ellos se encuentran:
- Veriles y escarpes de pendiente pronunciada, con la inclusión del Escarpe de Emile Baudot, uno de los más representativos del Mediterráneo occidental, con una caída de -200m a -2.000m
- Comunidades coralígenas, con la inclusión del arrecife del Fort d’en Moreu, que alberga espectaculares jardines de gorgonias y bosques de laminaria mediterránea
- Áreas pelágicas de paso, reproducción o presencia habitual de cetáceos o grandes peces migradores, sistema aún no representado en la red de parques nacionales, y que en este caso favorecería a peces como el atún rojo y el pez espada y cetáceos como el cachalote.
