Volvimos esta mañana al puerto de Aguadulce tras una dura noche en el mar. Me desperté varias veces y me di cuenta de que estaba botando en la cama.
Hemos pasado el día preparándonos para la siguiente etapa de nuestro viaje. Hemos hecho cosas como lavar ropa, comprar comida y preparar el equipo. Hemos cogido a dos nuevos tripulantes; una marinera llamada Concha y un nuevo cocinero llamado Gabriel.
Hemos preparado una buena cena de despedida para Indi, el cocinero anterior, que se irá mañana por la mañana temprano. Después de cenar hemos vuelto al barco e Indi ha sacado la guitarra. Ha sido una noche bonita y yo he disfrutado enormemente el poder escuchar música y mirar las estrellas. Ha estado bien pasar el rato con el resto de la tripulación sin tener que estar a entender español. Ahí me he dado cuenta de que realmente sólo existe una lengua internacional: la música.